La isla hinduista en el mar musulmán

Bali es una pequeña isla que pertenece a Indonesia. Su principal característica es que tiene un sabor que recuerda a India y el hinduismo a pesar de pertenecer a la nación con más musulmanes del mundo.

Para muchos, Bali es dos destinos  en uno. Por un lado ofrece las playas del sur en torno a Jimbaran y Nusa Dua. Por el otro, brinda la oportunidad de conocer su interior selvático y montañoso repleto de vida, templos y folklor.

Sea cualquiera la zona que escojas de Bali, siempre tendrás hoteles espectaculares como opción. Y eso es lo justifica la fama balinesa en el circuito turístico: sus hoteles son de ensueño.

En su interior, los templos hinduistas son espectaculares. Desde  los ubicados frente al lago Beratan hasta el Palacio de las Aguas (Tirta Gangga).  Para llegar a ellos cruzarás paisajes de arrozales y querrás detenerte para tomar fotos.

Hay además mil aventuras por hacer en la isla: paseo en buggies, columpios sobre el infinito, tirolesas, ríos rápidos, etc.

Sin embargo, Bali muestra también otra cara. Producto de su fama hoy muchas vialidades están saturadas por lo que distancia aparentemente cortas, se convierten en recorridos de al menos 2 horas.

Por ello es muy importante planear una estancia en un hotel con excelente ubicación y decidir si quieres pasar tu tiempo explorando su zona cultura en la selva de las montañas o disfrutar el glamour y comodidad de sus hoteles en playa.